La Leucemia Linfática Crónica es una enfermedad de la sangre que se caracteriza por el acúmulo progresivo de linfocitos B disfuncionantes en la sangre, médula ósea y ganglios linfáticos. Es la leucemia crónica más frecuente en los países occidentales y la incidencia aumenta con la edad.

Su evolución es muy variable entre los distintos pacientes. Así, cerca de la mitad de los pacientes presentan una enfermedad progresiva, con aparición de adenopatías, incremento en las cifras linfocitarias y finalmente desarrollo de citopenias que hacen necesario un tratamiento. Estos pacientes requieren de diversas líneas de tratamiento a las cuales la enfermedad se hace progresivamente refractaria y fallecen en el contexto de la misma. Por el contrario, la otra mitad de los pacientes tiene una enfermedad más indolente, con nula o escasa necesidad de tratamiento y una supervivencia más prolongada. Ambos grupos de pacientes divergen en características biológicas que contribuyen notablemente a esa variabilidad clínica.

Con frecuencia el diagnóstico de LLC crea un gran número de dudas al paciente que lo recibe y que no siempre se contestan específicamente en las visitas iniciales con el profesional. A continuación, te contestamos a algunos de las múltiples cuestiones que surgen al conocer que se ha diagnosticado una LLC.